Artículo 03, paisea 020. Gallecs, un paisaje heredado | Xavier Pablo
Hace unas semanas fui a la presentación de un libro «La vida rural de Gallecs. Dietario de Joan Ros Herrero (1895-1978)», donde las autoras hacen un recopilatorio de la vida de un agricultor erudito que apuntaba diariamente lo que ocurría a su alrededor. Para situarnos desde el mundo del paisajismo, Joan Ros era agricultor de los mismos parajes donde hace unos años Enric Miralles construyó el Parc dels Colors en Mollet del Vallés.
Los dos consiguieron paisajes a tener en cuenta, quizás antagónicos tanto en la manera de crearse como en la manera de mantenerse. Gallecs es fruto de hombres anónimos que como Joan Ros labraron estas tierras a lo largo de cientos de años consiguiendo este paisaje único que se encuentra a tan solo 15 Km de Barcelona. Este paisaje heredado, es hoy un gran parque agrícola que reconoce su valor paisajístico frágil y etéreo. El Parc dels Colors es el resultado de la transformación urbanística de parte de este territorio en un nuevo barrio de la ciudad.
Gallecs y el Parc dels Colors formaban parte de una extensa zona agrícola y ganadera, que por su ubicación territorial le configuraban unos valores estratégicos inmejorables, tanto fue así que en 1973 y dentro de los Planes de Desarrollo, se expropiaron unas 1.500 ha con el fin de crear una nueva gran ciudad. Por suerte, la crisis económica de aquellos años junto con la gran oposición social y política, hicieron que el proyecto se paralizara y los terrenos pasaron a manos de la Generalitat de Cataluña. Desde entonces, se ha urbanizado la mitad de la superficie y, con la aprobación en el 2005 de un Plan Director Urbanístico, se protege la parte central de Gallecs de 750 ha, creando un gran Parque Metropolitano para preservar sus valores paisajísticos.
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