Artículo 04, paisea 008. El paisaje del río: vegetación de ribera. Mireia Escrivá
Sovint, de nit, escolte els rius, insomne.
Els reconec, un per un pel seu plant,
per la remor d’un aigua entre unes pedres,
per la verdor diversa de les ribes,
per la forets o pels canyars enèrgics.
Vicent Andrés Estellés.
Llibre de l’aigua. 1
Río, arroyo, torrente, laguna… fuente de vida, nuestro río. El río recoge tal y como decía Joan Pellicer en su libro De la Mariola a la mar “todos los ingredientes y alicientes, virtudes y encantos, accidentes e imaginería que se pueden encontrar en los más largos y majestuosos ríos del planeta”. Cada uno de estos sistemas marcará un trazo, un tejido y un carácter en el paisaje. Dibujando en cada zigzag, en cada rinconada, en los lechos y márgenes fluviales una fuente de fertilidad que hará posible desarrollar los procesos ecológicos.
El agua hace posible este paisaje de ribera, constituido donde el nivel freático es más alto, alrededor de fuentes, de corriente de agua o estanques. Condicionado, de forma permanente o temporal a su presencia, en las zonas mediterráneas aún es más marcada esta temporalidad y en el resto del territorio se convierte en el factor limitador tanto para la vegetación como para sus aprovechamientos.
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Paisea 008, [cauces], disponible en edición digital AQUÍ
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